Antes, odiaba los lunes, porque sólo significaba rutina, ahora, los
adoro, porque sé que te vuelvo a ver. Antes, en cambio, adoraba los
viernes, y ahora no quiero que lleguen, porque sé que estaré dos dias
sin verte. Antes, no me importaba si estabas bien, o mal, si llevabas
una sudadera azul o verde, si me mirabas o no... antes no me importabas,
ni me importaba nada de lo que tuviera que ver contigo. Pero, desde
aquella noche, no puedo dejar de buscarte aunque quiera, no puedo estar
un día sin que me abraces... No sé qué has echo, ni cómo lo has
conseguido, pero cariño, por tí, sonrío cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario