Te he perdido entre la gente, te he adorado y te he odiado, y en el
fondo sabes bien que en los peores momentos llevas dentro un ángel negro
que nos hunde a los dos. Y cuando llega el nuevo día me juras que
cambiarías, pero vuelves a caer. Te dolerá todo el cuerpo, me buscarás
en el infierno, porque soy igual que tu.
Todo lo que siento por ti, solo podría decirlo así. Para viajar a otros
planetas por corrientes circulares, te di una cápsula especial.
Pero ahora tu cabeza es una tormenta de arena y cada noche una espiral.
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