La razón ha decidido esconderse un rato ya que el corazón le ha ganado
este pulso. Estas a tan solo dos caladas de quedarte sin mis besos.
Creía que al igual que mi cigarro, esto se consumía, pero ya me
demostraste que no.
Buscamos y buscamos hasta que al final decidimos perdernos para
encontrar lo que queríamos. Que esta guerra que estaba en pausa, un día,
uno de los dos decidimos darle al play y se convirtió en una revolución
que empezamos por tu cama. Dijimos que esta sería definitivamente la
definitiva bajo unas estrellas que se apagaban cada vez que nuestro amor
se encendía. Un ultimo suspiro, un coche que guarda en su historial
estos recuerdos, una voz frágil y rota; Dame calor, que a fuego lento no
se calientan mis huesos.
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