Una cosa te diré, siempre hay un 50% de posibilidades, sólo el 50% del
rechazo. ¿Entendido? Pero mira el lado positivo, hay un 50% de que
consigas la felicidad, tu felicidad, pero eso depende de ti. Y tú, así
de tímida, de orgullosa, no dices nada. ¿Y crees que así conseguirás
algo? Es mejor ignorar por vergüenza, que atreverse y oír un no por
respuesta. ¿Verdad? Y puede que también te quiera, pero no, puede que
sea incluso el que más te quiera, puede que te proteja siempre, puede
que sea el más importante de tu vida, que sea la persona adecuada para
ti, que sea el único que te saca esa sonrísa que te caracteriza, que sea
incluso tu alma gemela, pero no, tú siempre fiel a tu orgullo,
dejándote guiar por tu vergüenza. Y hay una cosa que nunca falla, te lo
puedo asegurar, es un tópico, sí, pero tiene mucha razón, y es que si no
arriesgas, no ganas, y si sigues así, no ganarás nada. Tenlo muy claro,
y ahora, aplícate el cuento: no te guíes ni por la vergüenza, ni por la
cabeza, por favor, si no por el corazón… y conseguirás lograr todo
aquello que te propongas y quieras de verdad.
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